AVIARIO ILURO
AGAPORNIS ROSEICOLLIS MATARÓ
LA REPRODUCCIÓN DE LOS AGAPORNIS
La primera condición para iniciar la cria de los agapornis, es disponer de un pareja de la misma especie.
Parecerá que el comentario es superfluo, sin embargo, se dan muchos casos de parejas que incluso ponen huevos y sus propietarios extrañados ven como no nace ningún pollito de ellos.
A menudo sucede que dos hembras se emparejan, aunque veamos que el supuesto "macho", da de comer a la hembra, pero resulta ser otra hembra. A nivel anecdótico, no hay hembras que pongan 10 o 12 huevos, es que están poniendo las 2.
La única formar de sexar 100% fiable es la del ADN, pero si el criador que nos vende las aves es de confianza, el autosexado genético también lo es.
Yo utilizo el sistema de palpación pélvica, que consiste en determinar el sexo del agaporni mirando la separación de los huesos de la pelvis entre ellos y entre estos y el esternón. También estos huesos de la pelvis en las hembras, son más redondeados que los del macho que son un poco más puntiagudos, aunque realmente cuesta mucho de apreciar.
Es importante asegurarse, que los dos ejemplares sean de la misma especie. Para el criador neófito, es fácil confundir ejemplares de por ejemplo nigrigenis y personatas, e incluso a criadores ya experimentados, diferenciar un ejemplar puro de uno hibridado.
Las especies con anillo ocular, se pueden hibridar entre ellas, dando lugar a ejemplares fértiles, pero cuando se hibrida con roseicollis, su descendencia será estéril.
He visto casos de híbridos estériles que han sido vendidos como Roseicollis puros, con la consiguiente decepción de quien lo adquirió al no poder criar con el.
Por este motivo, nunca se deben hibridar especies diferentes.
Con los roseicollis, tendremos siempre la seguridad de que ninguna mutación puede provenir de una hibridación.
Como ya he indicado en el apartado de Mis Instalaciones, yo tengo las parejas en jaulas individuales.
Por un lado, se forman las parejas que yo deseo cruzar y por otro, tengo la seguridad de saber quienes son los padres de los polluelos, que nunca se puede tener en la cria en voladeros. La verdad es que desconozco el motivo de quien los bautizó con el nombre de "Inseparables", yo considero que les sería más apropiado el nombre de "Sociables", ya que nunca he tenido problemas por deshacer parejas para hacer otras nuevas.
La cria en jaulas individuales, también evita peleas territoriales o por la propiedad de un nido, que a menudo pueden ser mortales.
La mejor época para la cria, es la que va de octubre a mayo, pudiéndose adelantar o atrasar un mes dependiendo de las condiciones climatológicas del cada lugar o de cada año. Lo importante, es evitar las altas temparaturas del verano, ya que los animales padecen mucho en estas condiciones.
Un periodo de descanso de los reproductores de junio a septiembre, hará que éstos estén más sanos y fuertes para la siguiente temporada de cria, lo cual se verá reflejado en los pollos de las siguientes nidadas. Para ello, basta con quitarles el nido una vez los polluelos de la última nidada puedan moverse fuera de él.
Personalmente, no soy especialmente delicado a la hora de hacer las parejas, sino que los emparejo poniendo la hembra en una jaula en la que ya estaba previamente el macho, no habiendo tenido nunca ningún problema. Podría cambiar mucho la cosa, si la ocupante previa de la jaula fuese la hembra.
No obstante, lo correcto sería permitir que se conociesen un par de días, impidiendo el contacto mediante un separador, tal como se hace con los canarios, pero he comprobado que, aunque pueda parecer lo contrario, los machos de agaporni son mucho más delicados en su trato con las hembras que los canarios.
Una vez puesto el nido, aproximadamente a los 10 días de emparejarse pondrán el primer huevo, hasta un total de 4 a 6, en días alternos. La hembra aprovechará estos días para acomodar el nido a su gusto, con la palmera o con el material de nidificación que le hayamos proporcionado (ver apartado EL NIDO).
Estos empezarán a eclosionar a los 23 días, pero dependiendo de si la hembra comenzó la incubación con el primer o con el segundo huevo, no es de extrañar que se pueda retrasar algún día y que incluso los dos primeros pollos nazcan a la vez o con un solo día de intérvalo, cuando lo normal sería con dos días de separación entre cada uno de ellos.
Durante el periodo de incubación, la hembra produce una hormona llamada "Prolactina", que al igual que en los mamíferos estimula la secreción de leche en las hembras, en las aves les provoca un estado de profundo relax para llevar a cabo el periodo de incubación.
El nacimiento de los pollos, requerirá de nuestros agapornis un esfuerzo extra, por lo que deberemos aportales diariamente una alimentación especial, elaborada a base de pasta de cria como la de los canarios, brócoli triturado, zanahoria rayada, maiz dulce y cus-cus hidratado. Yo como pasta de cria utilizo la CÉDÉ seca al huevo.
Esta mezcla, se le puede y debe suministar durante todo el año, pero observaremos que cuando más caso le hacen, es cuando tienen polluelos.
También va a ejemplares. Los hay que apenas le harán caso y los hay que se lanzan a ella nada más ponérles la bizcochera. Utilizo bizcocheras de unos 50 ml., habiendo parejas que se les puede poner el doble y otras que apenas utilizarán la mitad de la cantidad de pasta suministrada, teniendo el mismo número de pollos.
En lugar del cus-cus, en tiendas especializadas podreis encontar el RUSK de la casa Quico (también se encuentra a granel), un alimento a base de trigo, que debereis hidratar a partes iguales de agua. Este alimento, tiene como ventajas respecto al cus-cus, que se hidrata más rápidamente y que tarda más en agriarse.
Una vez hidratado el Rusk o el cus-cus, le pondreis la zanahoria rayada, el brócoli triturado y el maiz dulce, que debereis mezclar con la pasta de cria al final.
La pasta sobrante que los pájaros no hayan comido de un día para el otro, debereis tirarla y limpiar comedero para evitar la proliferación de bacterias. Con la experiencia, ireis cogiendo las medidas de las cantidades a utilizar, según las parejas y el número de pichones que tengais.
Además de esta alimentación extra, debemos seguir proporcionando frutas y verduras, como el resto del año, pero reduciendo la cantidad especialmente en el caso de las que tengan un alto contenido de agua (como la lechuga), ya que lo que nos interesa es que los pollitos sean alimentados con la pasta que les proporcionamos, mucho más rica en proteinas.
Si todo va bien, además del aporte diario de la pasta de cria, lo único que tendremos que hacer, si queremos llevar un buen control de los pichones, es anillarlos.
El anillado se realiza aproximadamente a los 12 días, aunque en ocasiones, pueda haber que adelantarlo 1 o 2 días, debido a que el pollo esté muy desarrollado, o a la inversa.
Antes de esta edad, se les saldría la anilla y después, tendríamos muchos problemas para ponérsela. Verificar los dos días siguientes al anillado, que la anilla no se le haya salido de la patita.
En caso de pasársenos el día del anillado, o si vemos que nos va a costar mucho de poner, yo le pongo una gotita de aceite de oliva al interior de la anilla, para ayudar a introducirla.
Deberemos ponerles anillas de 4'5 mm. de diámetro de "aluminio duro", ya que cualquier otro tipo de anilla, se las acabarían quitando por romperlas, o como mínimo, desgastándolas hasta el punto de ser ilegibles, perdiendo su función.
A partir de los 40-45 días, los pequeños comenzarán a salir del nido y a ir picoteando las semillas de que se compone su alimento y la pasta de cria. A partir de ese momento, deberemos dejarlos unos 10 días más con los padres, para asegurarnos de que ya comen solos, momento en que ya los podremos separar, iniciando los padres una nueva nidada, si no lo hacen antes de que la anterior haya abandonado el nido.
En el apartado de FOTOS Y ARTICULOS DIVERSOS, podreis ver una serie de fotos donde se puede ver la evolución de una nidada, desde el día 1 del primer pollo hasta el día 46. Para poder hacerlas, construí un nido de apertura superior, con el resto de características de los demás.