Mis instalaciones se componen de 2 baterias de 5 jaulas, 10 en total, de 75 x 35 x 40 centímetros, esmaltadas en blanco, de la casa MEAVE de Santoña.

Como máximo pongo 6 parejas a criar simultáneamente, con lo que destino las otras 4 al descanso de los reproductores, a los que me guardo en reserva o a las nuevas aves de la temporada.

Las parejas crian individualmente, así me aseguro que la desdendencia es de la pareja que los ha criado, evitándome problemas genéticos. Por mucho que se les llame inseparables, no es de fiar que los pollos sean del macho con el que está la hembra, cuando están en una pajarera común.

Lo ideal sería disponer de un voladero, pero no dispongo de más espacio para ello e intento compensárselo con una buena alimentación.

El aviario está orientado al este, por lo que reciben el sol de la primera hora del día, disponiendo de una plancha de aluminio tipo "sandwich" en la cara que da al sur, evitando un exceso de calentamiento, ya que el aviario está cerrado con aluminio, para evitar:

1. Las corrientes de aire y un frio excesivo en invierno, cuando mejor se reproducen estas aves.

2. El ataque por parte de aves predadoras, como urracas y cernícalos (no he tenido ningún problema con los agapornis, pero si con canarios y jilgueros cuando los tenía).

3. Las fugas. Estos animalitos, pueden llegar a ser auténticos especialistas en fugas. Tengo una hembra, que se me ha llegado a escapar hasta 5 veces, por diferentes sistemas.

No obstante, en verano el sol de la mañana es muy fuerte y como les da hasta el mediodía, me aseguro de que tengan una buena ventilación.

Una cosa a tener muy en cuenta cuando se tiene este tipo de aves, es que no puedan abrir ninguna puerta (aunque tenga sistema de cierre), ni que puedan desmontar los comederos exteriores o mover las bandejas inferiores de las jaulas. Yo personalmente, tengo aseguradas puertas, comederos y bandejas inferiores y aun así, antes de abrir las puertas del aviario, echo un vistazo para asegurarme de que ninguno se escapó de su jaula. El que se acostumbra a escaparse para darse un paseo por fuera de su jaula, no perdona descuidos en los sistemas de seguridad de las piezas móviles de la jaula. 

Utilizo comederos tipo loro, que cuelgo en el interior de la jaula y aseguro con una especie de pinza. Aun así, hay una hembra (una de mis preferidas) empeñada en tirarlo al suelo cada día (desconozco cómo lo hace).

Son totalmente desaconsejables los comederos exteriores, aquellos para los que el ave ha de sacar la cabeza por un agujero en la jaula para acceder al comedero y a la comida. Tanto por la envergadura de los agapornis como por la forma de su pico, este tipo de comedero no les permite acceder bien a la comida y aunque nos pueda parecer que está bastante lleno, el ave no puede acceder a su alimento.

Como bebederos, los ideales son los de bola, ya que los normales los ensucian llenándolos de comida, ramitas y de todo lo que encuentran en la jaula, por lo que hay que cambiarles el agua a diario. El agua, es de vital importancia que esté lo más limpia posible, ya que el agua en mal estado es foco seguro de enfermedades.

No obstante, a los que están criando, les pongo tanto el de bola como el normal o sólo éste segundo, para evitar accidentes del que un adulto sano podría sobrevir sin problema, pero sería fatal para un pollo, ya que en ocasiones las bolas se encallan en la parte superior del tubo de suministro, no pudiendo los animales acceder al agua.

También se pueden utilizar bebederos para hamsters, que también funcionan con una bolita. Normalmente los agapornis encuentran rápidamente el agua en este tipo de bebedero, pero los primeros días hay que observarlos y como precaución, ponerles también uno normal hasta comprobar que han localizado el nuevo suministro de agua.

De hecho, esto animalitos beben muy poco, pero no resisten mucho la falta de agua, que por poco que se pueda, lo ideal es cambiársela a diario.

En estas imagenes de encima podreis observar los dos tipos de bebederos comentados. El de la izquierda da un muy fácil acceso al agua e incluso les permite darse pequeños baños, pero lo ensucian continuamente. El de la derecha, les suminstra agua limpia en todo momento, pero hay que estar atentos de que las bolas estén en la parte inferior y tengan acceso al agua. Comprobar diariamente el agua sería lo ideal.

Los comederos, son los que se utilizan para psitácidos de mayor tamaño, pero que son ideales para los agapornis. Como que los tiran muy fácilmente al suelo, hay que buscar un sistema de inmovilizarlos. Yo utilizo pinzas para el precintado de bolsas de plásticos de alimentos, puestos en uno de los enganches.