LA ENFERMEDAD DEL PICO Y DE LAS PLUMAS O PBFD

Descripción

 

La enfermedad del Pico y las Plumas de los psitácidos, es también conocida por sus siglas en inglés PBFD (Psittacine Beak and Feather Disease) y es una de las enfermedades graves de los psitácidos más comunes.

Esta enfermedad está causada por un virus de la familia de los Circoviridae.

Esta enfermedad ha sido citada en todo el mundo, siendo específica de psitácidos y todos las especies de psitácidos podrían ser consideradas susceptibles. La mayoría de las especies de loros, como cacatúas, loros grises africanos, loros eclectus y agapornis, pueden ser infectadas por este virus.

El virus, principalmente en aves jóvenes, puede provocar una infección mortal. Las aves de mayor edad pueden superar la enfermedad con pocas secuelas aunque algunos estudios sostienen que estas aves sobrevivientes se convierten en portadores capaces de transmitir la enfermedad.

 

Transmisión

 

Las partículas virales pueden propagarse por las corrientes de aire, las heces secas o incluso en la ropa de los cuidadores de las aves.

Los materiales del nido, los utensilios para la alimentación, los transportistas de aves y recipientes de comida son fácilmente contaminados con este virus.

Las partículas virales, si no se destruyen, pueden permanecer viables en el medio ambiente durante meses, mucho después de que el ave infectada se haya ido. 

El virus también se transmite de la madre al huevo o directamente a los polluelos.

 

Síntomas

 

El primer signo detectable de la PBFD es la progresiva  pérdida y deformación de plumas y deformación del pico. La destrucción de plumas es debida a la necrosis e hiperlasia de las células epidermales. Las deformaciones en el pico no siempre están presentes.

Esta enfermedad no siempre causa la muerte. Muchas aves infectadas con el virus de la PBFD mueren dentro del primer año tras la aparición de la sintomatología clínica mientras que otras pueden sobrevivir varios años como portadores crónicos.

El virus también induce un efecto inmunosupresivo general del ave, dando lugar a infecciones virales, fúngicas, parasitarias o de bacterias secundarias, las que suelen ser la causa de la muerte, más que el virus de la PBFD por si mismo.

 

                          

Prevención

  

Aislamiento estricto de todas las aves enfermas para detener la propagación de la enfermedad.

La mejor forma de prevenir esta enfermedad es realizar analíticas a todas las aves nuevas que se adquieran y mantenerlas en cuarentena durante al menos 3 meses (lo ideal sería un mínimo de 6) a la espera de repetir las analiticas nuevamente.

Limpiar bien juguetes, jaulas, sacos de pienso y cualquier artículos que pueda haber estado en contacto con plumas o exudados de otras psitácidas anteriormente. 

 

Tratamiento

 

Actualmente no existe ningún tratamiento eficaz frente a esta enfermedad.

 

Diagnóstico

 

 

La enfermedad del Pico y las Plumas o PBFD, se detecta mediante pruebas moleculares (ADN) basadas en PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) en muestras de sangre en combinación de muestras de plumas.

Analizar únicamente plumas podría conducir a error ya que el virus no afecta a todas las plumas simultáneamente.

La alta sensibilidad y especificad de la PCR permite identificar a posibles portadores de la enfermedad, que pueden tener niveles muy bajos de presencia viral sin presencia de signos clínicos.

El diagnóstico de esta enfermedad debe der considerado en cualquier ave que sufra pérdidad de plumas o desarrollo anormal. Las puebas moleculares (PCR) del virus son necesarias para descartar otras causas de en fermedad que también puede resultar en el desarrollo de plumas anormales, tales como traumas, infecciones bacterianas o mióticas de los folículos de las plumas y otras infecciones virales, desnutrición, problemas hormonales y las reacciones adversas a medicamentos.

La prueba debería hacerse a todas las aves recién adquiridas.

Sería recomendable realizar un muestreo una vez al año, tomando muestras de diferentes aves de nuestro aviario, dentro de un chequeo rutinario.

En caso de aves que van a formar parte de nuestro aviario, se debería realizar una prueba al adquirirlas y repetirla al término de la cuarentena.

Algunas aves infectadas con el virus, con resultado positivo en la prueba, pueden no presentar signos clínicos. Otras aves que dan positivo pueden desarrollar una respuesta inmunitaria suficiente para combatir la infección y dar un resultado negativo después de 30-90 días. Por lo tanto, sería recomendable volver a analizar las aves positivas a los 60-90 días después de la prueba inicial. Si la segunda muestra se mantiene positiva, el ave debe ser considerada permanentemente infectada y posiblemente, desarrollará los síntomas clínicos de la enfermedad.

Además, dado que el virus sobrevive con facilidad en el medio ambiente, las pruebas moleculares pueden utilizarse para analizar muestras de heces y de plumas tomadas de las superficies ambientales, con el fin de controlar y prevenir la propagación de la enfermedad.