Nací y vivo en Mataró, a 27 km. de Barcelona, capital de la comarca del Maresme, conocida en la época romana como ILURO.

A los 3 años, mi padre me llevó a un criador para regalarme un canario. Ya entonces, debía tener buen gusto para las aves, ya que el criador que en primera instancia me había dicho "Elige el que quieras", cuando le indiqué el que quería me dijo "no, ese no". Finalmente me dieron un canario pío que estuvo en casa muchos años.

Desde entonces, siempre he tenido algún tipo de animal, canarios, periquitos, jilgueros, hamsters, tortugas, peces tropicales, diamantes de gould y ahora, agapornis, aficción por los animales que posiblemente me venga de mi abuelo materno, quien había sido criador de canario flauta o roller. 

Con los agapornis, todo empezó porque mi hermana había leido acerca de lo inteligentes que son estas pequeñas aves y quería uno para mi sobrino, para que se desenganchase del ordenador al jugar con él.

Al final, no lo consiguió, pero se enganchó ella al pajarillo e hizo que yo me interesase por ellos, empezándolos a criar, gracias a los primeros ejemplares de agapornis roseicollis que me proporcionó mi amigo Juan Pedro Rodríguez de Manresa, quien además me enseñó todo lo necesario respecto al mantenimiento y cria de estas aves.  

Pertenezco desde el año 1990 a la Unió de Canaricultors de Mataró siendo el socio nº 31, criador Federado FOCDE FU-013, Aviornis España 9867, Agapornis Club España OG01  y de la Associació Catalana d'Agapornis (ACA) socio ACA-003, de la que fui uno de los socios fundadores en el año 2011.